martes, mayo 20, 2014

La recentralización que no cesa

Igual que no cesan la maldad y rencor hispano-castellanos.

Para la España castellana y centralista, la existencia de las televisiones autónomas de regiones que tienen lengua propia distinta de la omnipresente y avasalladora lengua castellana, siempre ha sido un grano en el culo; especialmente la catalana TV3, a la que ven (y con razón) su principal enemigo o dique contra su abrumador y agobiante intento secular de dominación (*).

Y ahora están obligando, vía leyes aparentemente tecnológicas y excusándose en directivas europeas (pero que tienen alternativas), a que TV3 cierre algunos de sus canales (la mitad), al recortarle las bandas en su día concedidas.
Como señala el presidente Mas, pueden recortarnos la financiación y ahogarnos económicamente (lo hacen a diario), pueden atacar nuestra lengua (lo vienen haciendo sin cesar), pueden recortar nuestras ya limitadas competencias (lo hacen con sorna y regodeo), pueden recortar o limitar nuestras conexiones por carretera y ferrocarril (lo intentan por diversos medios) y ahora quieren recortar nuestra capacidad de comunicación mediática en catalán. Pero lo que no podrán recortar ni castrar es nuestro deseo de supervivencia como país, como gente y como nación.

¿La solución? ¡La unica! La independencia y tener un estado propio con todas sus herramientas y todos sus resortes. Que son muchos y el no disponer de ellos ahora nos tiene discapacitados, disminuidos y al borde de nuestra aniquilación como pueblo, de nuestra absorción y asimilación por parte del enemigo, rencoroso y más poderoso demográficamente.
Y en la foto inferior, imagen de España. ¡No, yo no quiero ser del mismo país...!

Coronel Von Rohaut

(*) En España, claro. Ya que internacionalmente no pinta nada. En los USA es la segunda lengua más hablada, pero por jardineros, barrenderos y criadas...

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