Pero que no ha sido mas que lo que muchos pensamos. Ni que seamos el alcalde o un simple ciudadano, ninguno queremos que en nuestra población se instalen gente problemática y eventualmente peligrosa: sucia, incívica, chorizos, trileros, vagos, maleantes y navajeros. Y esto es lo que son, desgraciadamente y de forma mayoritariamente general, muchos gitanos (rumanos o indígenas). Que son el colectivo, la mierda, que el alcalde de Sestao se negaba a acoger en su municipio y se niega a empadronarlos.
Y a los que ahora, hipócrita y farisaicamente, le atacan, preguntadles a cuantos gitanos no integrados (*) o eventuales delincuentes han acogido ellos en sus casas o en sus jardines...
Coronel Von Rohaut
(*) Que los que desean integrarse, ir a la escuela, educarse y trabajar, no llegan en manadas malolientes... ¡Y que no me vengan con el cuento que tienen otras costumbres, tan respetables como las nuestras, y de que es que son de otra cultura...!
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