lunes, septiembre 24, 2012

El acoso


Que no sexual, pero quizás también, ya que nos toca profundamente los cojones, es al que nos somete el gobierno central a los catalanes, ahora por boca del Ministro de Educación.

Claro que algunas de las medidas de la nueva Ley de Educación (*) son correctas y hasta necesarias porqué los que hicieron la anterior eran igual de enegúmenos y zopencos. Pero que este gobierno ultranacionalista español utilice tanto la excusa de la crisis como la de las carencias y fallos de la ley anterior, para promover una recentralización salvaje, es una muestra mas, si falta hiciere, para acelerar nuestra independencia y la creación de un estado catalán soberano.

Lo grave no es que incrementen el porcentaje de temas a estudiar impuestos desde Madrid (no ciudad, si no concepto), si no que se reserven el imponer unos exámenes intermedios (que en sí no los veo malos) y, sobre todo, reservarse el derecho de evaluación. Porqué sin necesidad de imponer toda la temática, si las escuelas catalanas saben que, desde el Ministerio, en los exámenes harán preguntas sobre Alfonso X "el Sabio" en lugar de Ramón Berenguer IV "el Santo" (**), o sobre Felipe IV y el Conde-Duque de Olivares en vez de sobre Pau Claris, ya está claro que dichas escuelas catalanas, si no quieren que les suspendan a todos los alumnos, deberán priorizar la enseñanza de la historia de Castilla, la del enemigo, en lugar de la propia de Catalunya. Y volveremos al oscurantismo franquista, que ocultaba y minimizaba, ninguneaba o amañaba y falseaba, distorsionaba, la Historia de Catalunya.

Para que el pueblo conozca la realidad catalana (lo que, bajo ningún concepto, es sinónimo de desconocer la Historia Universal), solo tenemos una salida: disponer de un estado propio que dicte la política educativa.

Coronel Von Rohaut

(*) ¿Por qué santos cojones de Dios cada gobierno que llega al poder, en España, ha de hacer una nueva Ley de Educación? Claro que la educación, en España es,  y desde hace décadas, una puta mierda, ya que la educación necesita continuidad en el método  sin continuos cambios doctrinales e ideológicos, que son lo contrario a la buena educación.
(**) En la imágen, con su consorte la princesa Petronila de Aragón, cuya boda  dió paso al Reino o Corona de Aragón de la confederación catalano-aragonesa. Obsérvese que en este cuadro medieval, expuesto en el Museo del Prado, aparecen los escudos de cada uno de los componentes del enlace; se ve diafanamente que las cuatro barras las aportó, a la unión, el conde catalán de la Casa de Barcelona, mientras que la princesa aragonesa aportaba la cruz de San Jorge (o Cruz de Alcoraz, con cabezas de moro, ya que la Cruz de San Jorge, sola, también ya había sido usada por los Condes de Barcelona y para la capital catalana).
¿Cuando "blaveros" valencianos y gilipollas ignorantes maños, afirman que las cuatro barras eran aragonesas y no catalanas, a quién quieren engañar? Solo consiguen, intelectualmente, hacer el ridículo...

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