jueves, mayo 17, 2012

El diálogo político y la cerrazón


Durante años los gobiernos españoles y ante la insurgencia separatista etarra, se llenaban la boca diciendo que mientras hubiera terrorismo no se podía dialogar con los abertzales vascos y que para dialogar tenían que empezar por cesar los actos de terrorismo.

Hasta al presidente José Maria Aznar le había yo escuchado decir, alto y claro, que incluso de la independencia se podía hablar, siempre que no hubieran pistolas encima de la mesa.

Desde hace meses y después que ETA anunciara una tregua unilateral, no ha habido ni una sola bomba, ni una sola muerte.

Y ahora, el gobierno español solo tiene una letanía, una posición. Y es que "no hay nada qué negociar", que "con ETA no hay nada de qué hablar". Que solo se acepta una rendición incondicional.

Pues me sabe mal y ojalá no lo quiera Dios, pero si ahora ETA, que tiene y no debería olvidarse jamás, un soporte social importante en el País Vasco, incluso un apoyo electoral democrático muy elevado, vuelve ha realizar atentados, vuelve a matar, si hay un solo muerto, toda la culpa será de la intransigencia, de la ceguera española. De la soberbia castellana.

Coronel Von Rohaut

3 comentarios:

interbar dijo...

Me atrevo a expresar, mi coronel, que en todo caso la culpa de las muertes será del que mata. Se ha hecho una política nefasta en el terreno educativo, y eso unido a la crisis llevará a un grave conflicto entre ETA y el PNV, si no al tiempo.

Coronel Von Rohaut dijo...

¿Y si el que mata tiene sus razones?
No olvidemos a San Agustín...

interbar dijo...

Si el que mata tiene sus razones, hay que ver si esas razones son razonables. Para verlo de forma "objetiva" debe pasar tiempo, es decir el problema no debe ser contemporáneo, mi coronel.