martes, febrero 21, 2012

Invento enterrado... por lo menos de momento


Después de 16 años de "tests", de pruebas fracasadas, el Pentágono ha suspendido la puesta a punto de un cañón láser de gran potencia, montado en un aeroplano. En este caso y para los ensayos, un Boeing 747 debidamente transformado.

Los recortes presupuestarios han enterrado la idea y el aparato-prototipo ha sido jubilado y enviado a un cementerio de aviones, el conocido "The Boneyard" sito en la "Davis-Monthan Air Force Base", en el desierto de Arizona, y que alberga más de 4.400 aviones militares USA de distintos años y modelos, algunos como reserva y capaces de volver a volar en caso de guerra, y de otros solo los restos o chatarra.

"RIP Super Airborne Raygun"

Coronel Von Rohaut

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