domingo, diciembre 04, 2011

El acueducto de la Sagrada Constitución y la Virgen que nos parió

O sucesión de puentes interconectados con los que España se inventa unas vacaciones pagadas extras.

¿Qué dirá la Merkel cuando se entere de la extraña semana laboral que, en plena crisis y debiendo hasta la camiseta, se empieza mañana en este país de María Santísima?

¿Querrá seguir ayudándonos o dirá "que os den" Purísima Concepción?

Lo digo porqué ella sí puede enviarnos a freír espárragos. Los catalanes llevamos tiempos inmemoriales pagando la "fiesta española" (y no me refiero a los toros) pero no podemos sacudirnos el yugo (ni las flechas, cagüenla...). Si bien creo que llegado el momento ha...

Coronel Von Rohaut

2 comentarios:

interbar dijo...

En determinadas actividades no se puede parar ni en los días de fiesta pero con buen criterio los sindicatos y la patronal pactan las horas anuales de trabajo. No resulta positivo el trabajo en los días internos del puente pues psicológicamente no se adquiere la suficiente tensión. Sin embargo, y teniendo conocidos belgas y alemanes no se yo si en el asunto de meter horas nos ganan o no, cría fama y echate a dormir.

Coronel Von Rohaut dijo...

Sería interesante agrupar las fiestas intersemanales delante o detrás del fín de semana, como aconsejan muchos, para evitar los puentes y festivos intercalados.
Quizás si que, en horas laborales, los españoles tengan tantas o más que otros países. Pero lo que no cuadra es la intensidad con la que las trabajan.
No digo los obreros de una cadena de montaje; pero sí los oficinistas que se apoyan en la máquina de café y cuando están en su puesto algunos hablan más de futbol que de su labor.
Y ya no digamos los dignos funcionarios (conozco muchas experiencias de primera mano) como algunas secretarias de ayuntamiento que a media mañana salen con su bolsa a realizar la compra doméstica, compañeros que fichan por otros, etc. etc.
Inimaginable en los USA, por ej., donde los funcionarios no lo son de por vida, no disfrutan de ninguna garantía en su empleo y son, ni más ni menos, como cualquier empleado de la empresa privada.

Eficiencia y productividad se llama esta figura.