Pero el verdadero sentir del socialismo español se ve ahora con la renovada salida a la superficie de sus momias paleolíticas, el charlatán González, el mendaz Peces Barba y sobre todo el Bono, el chorizo del Guerra y, seguramente no faltará mucho, un resucitado cabrón como el Rodríguez Ibarra y el nunca enterrado Enrique Múgica.
A mi me importa un carajo la limitada de la Chacón (una catalana charnega y españolista que te cagas), pero que el Guerra diga, casi abiertamente, que no puede optar a presidir el PSOE por ser joven mujer y, sobre todo, catalana, sería solo esperpéntico si no fuera brutalmente cruel, por real.
Recuerdo que cuando el Roca i Junyent quiso, contra la voluntad del Pujol, iniciar su aventura española al frente de un Partido Reformista, un lúcido Santiago Carrillo ya dijo que, por ser catalán, nadie le votaría en España a pesar de su fama de mejor congresista. Y, efectivamente, no le votó ni Dios...
Y el falangista Bono, al que ya todos conocemos, ahonda diciendo que para presidir el PSOE hay que ser español sin ninguna sospecha y hay que gritar, cada mañana al levantarse "Viva España".
Y quizás todos tengan razón. Como toda la razón tengo yo cuando digo que a los catalanes no se nos ha perdido nada en la Cueva de Alí Babá, en Madrid como concepto, salvo los millones de euros que nos chorean (*), nos birlan, nos mangan, cada año. Y día a día, con dedicación digna de mejor causa.
Coronel Von Rohaut
(*) Chorar = Robar en lengua caló o gitana. De nada.
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