Por ello, para convertirnos en un estado libre, independiente y soberano, Catalunya ha de demostrar que lo quiere de verdad.
Lo explica bastante bien Toni Soler en el artículo que se puede clikar aquí.
Siempre he creído que Soler, periodista y director/productor de programas de televisión humoristas pero también licenciado en historia e historiador/divulgador solvente, es claramente soberanista. Cuando escribía solo en "La Vanguardia" lo disimulaba o edulcoraba un poco ya que por aquellas latitudes, españolistas o encajistas (de encajar Catalunya en España mientras nos respeten nuestro regionalismo bien entendido...), estos vientos no son de recibo. Pero ahora, en "ARA", su inclinación ideológica y posicionamiento nacional es más evidente.
Solo discrepo en un tema (*) de su artículo; cierto es que precisamos la bendición de Europa o de la mayoría de países democráticos de Europa. Y hacer piña con el cuarteto formado por Catalunya, País Vasco, Flandes y Escocia. Pero para alcanzar la plena soberanía, el nacimiento de la República Catalana, es imprescindible el apadrinamiento de los USA, como parece que, en su día, Clinton le ofreció a Jordi Pujol, pero este aún no había accedido a su conversión, no se había caído del caballo como Saúl en el camino de Damasco...
Coronel Von Rohaut
(*) Y también discrepo en que, para mí y muchos como yo, el referéndum popular para confirmar la aceptación de la independencia por parte de la sociedad catalana, diversa y múltiple, ha de ser posterior a la proclamación de la misma por decisión unilateral mayoritaria simple del Parlament de Catalunya. Y con tiempo y medios (que solo da el disponer de un estado propio y sus recursos) para haberla explicado bien a las masas no siempre maduras informadas o, mejor dicho, desinformadas por la presión de la historia impuesta.
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