martes, junio 14, 2011

"De fora vingueren que de casa ens tregueren"

O de fuera vinieron que de casa nos sacaron, que decíamos en catalán de pueblo... Y es lo que pensamos cuando los putos moros que han tenido que largarse de su puto país porqué allí, por culpa de sus estructuras económicas medievales, sociales y religiosas, se morían de hambre y no tenían ningún futuro para sus hijos y, al llegar aquí, destino que han escogido libremente, en lugar de agradecer el tejido laboral e industrial, socioeconómico y cultural que han encontrado y que es el que les ha de permitir (si trabajan y no roban) vivir mejor que de donde eran y venían, en lugar de eso exigen imponernos a nosotros, los que ya estábamos aquí y lo habíamos propiciado, las practicas suyas, putas mezquitas con imanes salvajes, leyes sociales y religiosas arcaicas y discriminatorias.

Y entonces decimos, casi todos y todos estamos de acuerdo: "que se adapten, aprendan nuestra lengua y adopten nuestra manera de vestir y de comportarse no discriminatoria, nuestros valores civilizados y nuestra historia y cultura, que se integren o, si no les gusta, que se vuelvan a su puto país de mierda".

Vale. Hoy (y muchos días), en estos subtítulos que salen debajo de las pantallas de televisión, he leído un señor que dice que escribe desde el pueblo de Sant Joan de Vilatorrada, al lado de Manresa en el corazón de Catalunya, diciendo que sigue con atención los programas de la cadena "Intereconomía" y "que ya está bien de imposiciones en Catalunya, que exige libertad y que se pueda estudiar únicamente en castellano".

¡Coño! Yo no lo quería decir, (nunca quiero ni pensarlo) pero este tío, y muchos como él, me ha obligado: "puto inmigrante andaluz (o extremeño o manchego o lo que Dios haya querido que seas), intégrate que aquí, trabajando, encontraste de que comer y, si no te gusta como somos, vuelvete a tu puta tierra de orígen, lárgate desagradecido de mierda, especie de "moro" de los cojones".

Y es que algunos, no todos por suerte y conozco muchos de los buenos, son casi igüalicos. Y alguien tenía que decirlo...

Coronel Von Rohaut

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