martes, enero 25, 2011

El ejemplo del Sudán

Ejemplo de país islamista, dictadura guiada por la "charía" o leyes religiosas medievales y retrógradas, antítesis de la democracia y el respeto a los derechos humanos, al haber ganado ampliamente el referéndum de secesión en el sur del país y parte negra y cristiano-animista hasta el presente sojuzgada, ahora tendrán que empezar unas conversaciones para la división, que serán largas y difíciles ya que tienen que repartirse la zona petrolífera situada en la franja transfronteriza.

Pero parece que, en principio, el gobierno del Sudán, de mayoría árabe y del norte, ha aceptado el resultado de la consulta democrática realizada en el sur.

Resultado que no solo no lo aceptarían nunca, si no que los gobernantes hispano-castellanos ni tan solo dejan que se lleve a cabo en Catalunya, demócratas de toda la vida que son ellos...

¿Será posible que sean más "taliban" y fanáticos los putos centralistas castellanos que unos "putos moros" africanos? Yo soy capaz de creérmelo todo ya que, como decía el Quijote (*) "cosas veredes, amigo Sancho". Y de los españoles espero mas bién poco de bién.

Coronel Von Rohaut

(*) Frase que al parecer es apócrifa y no aparece en el libro de Cervantes.

2 comentarios:

General Rogelius dijo...

Querido coronel,

En el tema del Sudán y la escisión en dos países, no veo que haga referencia alguna a la masacre brutal (más de 1 millón de muertos) que los del norte infringieron a los del sur, provocando aunque tarde, el movimiento internacional que desembocó en este último referéndum.
Espero que ese paso no sea necesario para esa Cataluña independiente de sus amores.
En otro aspecto, aunque algunos lo atribuyan al Quijote y a Sancho, lo cierto es que en el “Mío Cid”, el Rey, sobre un comentario que ha hecho Rodrigo, le contesta: “Cosas tenedes, mío Cid, que faran fablar las piedras”

General Rogelius

Coronel Von Rohaut dijo...

Que Sudán es un país de salvajes ya lo tengo por sabido; solo me extraña que España lo fuera más (hombre, sin los muertos, claro).
Otros dicen "cosas veredes que harán hablar las paredes". La suya parece más auténtica; pero lo que está claro es que ninguna sale en el Quijote (¿el Quixot?).