domingo, abril 18, 2010

Un polaco y un catalán

Lech Kaczynski, Presidente de Polonia, será enterrado en un Panteón Nacional de Reyes y Hombres Ilustres, la Cripta de la Catedral de Cracovia, al haber fallecido junto a su esposa y casi toda la cúpula civil y militar de su gobierno, en un accidente de avión.

Iban a una ceremonia de expiación de los rusos que, al principio de la 2ª Guerra Mundial, habían asesinado a más de 20.000 militares polacos en una masacre del bosque de Katyn con el fin, cuando más adelante se apropiasen del país tal como hicieron, no encontrar ninguna resistencia nacional.

Le cargaron el muerto (los 22.000 muertos) a los "nazis" alemanes que ocupaban el país y, dada la mala imagen (merecida) de estos en el mundo occidental, la mentira cuajó, excepto en la España de Franco, donde siempre se mantuvo la teoría que habían sido los comunistas soviéticos (*). No se aceptó la verdad hasta mas recientemente y ahora hasta los rusos pidieron perdón y es lo que se iba a conmemorar en el 70º aniversario del trágico hecho.

Pero el polaco, que ahora será glorificado como un héroe, tenía muchos opositores en su país y no le tragaban en la Unión Europea. Jamás hubiera recibido la gloria y honores de ahora.

Como el President Companys, Presidente de la Generalitat de Catalunya fusilado (asesinado) por el general Franco, que lo convirtió en un mártir del catalanismo mientras que, en vida, fue bastante lamentable.

No estoy muy seguro de aquella frase que dice que una muerte digna justifica toda una vida... y mucho menos en los políticos.

Coronel Von Rohaut

(*) Tan hijos de puta los unos como los otros y que Dios me perdone....
Un falangista notable y extravagante, Ernesto Giménez Caballero, contaba que él había sido testigo ocular del descubrimiento de las fosas por parte de los ocupantes alemanes y, siendo escritor y poeta, describía muy bien el olor de la muerte; la cadaverina putrefacta.

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