lunes, enero 11, 2010

Bajas militares

Con motivo de las bajas, 10 muertos más heridos, sufridas por un destacamento francés que fue emboscado por insurgentes, en agosto del 2008, en el Valle de Uzbeen del distrito de Sourobi, en Afghanistan, los padres de dos de los soldados fallecidos presentaron, lógicamente asesorados por abogados "progres" y espoleados por cierta prensa o medios "pacifistas", una demanda judicial contra "X", que se dice en Francia, para que jueces civiles dictaminen si, alguien, el ejército francés y el o los oficiales al mando del destacamento, cometieron algún error o una imprudencia temeraria que causó la muerte de los jóvenes.

De los análisis militares que se hicieron de dicho combate se desprendió que, efectivamente, hubieron algunos fallos, tanto de mando sobre el terreno como, sobre todo, de comunicación y de falta de medios adecuados en el momento oportuno. Si bien posteriormente se supo que los italianos, que habían ocupado anteriormente esa zona, pagaban a los insurgentes para no ser atacados, de lo que no avisaron a los franceses que, por lo tanto, desconocían el peligro real al que se enfrentaban puesto que ellos no habían pagado por su "seguridad" y salieron a patrullar creyendo que era una zona mucho más "securizada".

Ahora bien, todo y entendiendo el sufrimiento y el dolor de los familiares de los fallecidos, un soldado profesional se enfrenta al peligro voluntariamente. Y el oficio de militar comporta el riesgo de, en cualquier momento, caer herido o muerto ya que ello va con el sueldo. El sacrificio de la vida, llegado el momento, forma parte del sustrato militar y no existe el "peligro cero" o seguridad absoluta en ninguna actividad de la milicia

Y las bajas militares se glorifican y se premian con medallas; no se cuestionan judicialmente por los familiares como si tu hijo hubiera fallecido en un accidente de automóvil por la maniobra peligrosa de otro conductor o por defecto en la calzada.

Claro que si se producen errores o fallos de dirección o de planteamiento, la cadena de mando y las autoridades militares lo han de investigar y tomar las medidas oportunas, incluido el correspondiente castigo, si hubiera lugar. Pero no parece lógico recurrir a los tribunales civiles como si se tratara de lo que los franceses llaman "un fait divers" o sea, un suceso que se denuncia en busca de un culpable al que reclamar por daños.

Ya el Presidente Sarkozy, molesto con estos parientes, dijo en uno de sus discursos que ni las familias ni mucho menos los medios de comunicación tienen derecho a trivializar y banalizar las operaciones y hechos militares como si se tratara de "cronicas de sucesos" de la vida diaria o civil; como si fueran accidentes de tráfico.

Coronel Von Rohaut

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