Un importante analista político, desde Bruselas, comenta los países europeos cuyos gobiernos han caído o están cayendo en estos días, cómo Islandia, Hungría, Letonia y ahora la República Checa.
Los que están en la cuerda floja cómo Grecia, Bulgaria, Bélgica, Alemania, donde gobernará la Merkel pero no se sabe con quién.
Los que suben y bajan, cómo la Gran Bretaña de Gordon Brown.
Y cuando habla de los gobiernos estables, cita la Francia de Sarkozy, la Italia de Berlusconi, Luxemburgo y los países escandinavos.
A España, ni la nombra. Y eso que el Zapatero se pasa el día diciendo que está en el G-20, que somos una potencia mundial, que somos la releche, que ya estamos saliendo de la crisis, etc. etc. (*).
España, a nivel político mundial, es un cagarro atado a una caña.
Coronel Von Rohaut
(*) Ayer, en un discurso televisado, Sarkozy dijo que la crisis es la mayor del siglo, que nadie sabe ni cómo ni cuando terminará y que todos sus esfuerzos y reformas políticas son para cuando, al final de la crisis, Francia se encuentre bien posicionada. Ni se le ocurrió decir que ya se ve la salida, como miente cada vez que abre la boca el trilero del Zapatero.
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