martes, septiembre 16, 2008

Flatulencias inducidas

Unos jueces españoles y de verdad os digo que en éste país a cualquier cosa le llaman juez, acaban de ilegalizar otro partido vasco, el ANV.

Hace tiempo le oí decir, creo que al propio J.M. Aznar pero, con unas u otras palabras, se lo he oído expresar a muchos políticos españoles (*), que con los que ponen bombas no hay nada que ceder pero que, en política y con políticos, todo, absolutamente todo, puede hablarse, incluso hasta la misma independencia...

Y a partir de aquel momento, con unas u otras razones, con triquiñuelas jurídicas y artimañas legalistas, con arbitrariedades que rozan o caen de lleno en la prevaricación y, siempre, retorciéndole el cuello a la Justicia o interpretándola siempre de forma partidista, sectaria y torticera, los tribunales hispanos, que tienen de neutrales e independientes lo que mis cojones de flores (**), han ido ilegalizando, anulando, eliminando o suprimiendo, uno tras otro, todos los partidos políticos "abertzales" o sea, nacionalistas o patriotas vascos que había o han ido surgiendo y votados por mas o menos miles de ciudadanos, que tienen todo el derecho a ser representados.

Por todo ello no os extrañe que, cada vez que oiga a alguien decir, al hablar de España, que se trata de un país democrático. Que el Reino de España es un estado de derecho y democrático. Que aquí somos demócratas de toda la vida... me suelte un pedo.

Coronel Von Rohaut

(*) Que no hombre, que no. Que "político" no es ningún insulto, grosería ni palabra soez. ¡Ah! sí, en España quizás sí. Pero en otras latitudes incluso los hay de inteligentes, honrados, capaces, etc.
(**) Que baje Montesquieu y lo vea...

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